Ascaris lumbricoides es un nematodo parásito del intestino delgado
del hombre,1 muy frecuente en países subdesarrollados. A este gusano se le
llama también lombriz intestinal por su forma alargada que lo asemeja a la
lombriz de tierra.
La ascariasis constituye un problema de salud
pública en situaciones con condiciones higiénicas inadecuadas del agua y
alimentos. El contagio se produce por la ingestión de los huevos, que se
eliminan con las heces; una vez maduran en el medio ambiente hasta formar el
juvenil de tercer estadio (L3), lo que ocurre en algunas semanas, según las
condiciones climatológicas. Los huevos son enormemente resistentes respecto al
calor extremo y la desecación, por lo que pueden sobrevivir varios años en
ambientes húmedos y templados. Posee una gran resistencia metabólica y una gran
capacidad de reproducción, lo que explica la gran incidencia de casos en la que
infecta al humano
·
llega a medir 25 cm aproximadamente
·
Las hembras de Ascaris miden de
25 a 35 cm son mayores que los machos
·
los machos mide solo de 15 a 30
cm.2
Síntomas generales
- diarrea
- mal aliento
- círculos oscuros debajo de los ojos
- deseo constante para el alimento
- inquietud en la noche con malos sueños
- anemia
- dolores de cabeza
Ciclo de vida
El hombre se infecta por el ascaris a través
de la ingestión de sus huevecillos que se encuentran presentes en el suelo
contaminado. De modo que el estadio infectante son los huevos embrionados. Los
huevecillos se incuban en el intestino delgado donde emergen las larvas que
penetran la pared intestinal y alcanzan la circulación sanguínea a través de la
cual llegan a los pulmones. En los pulmones penetran los alvéolos de donde
pasan a los bronquios y a la tráquea y salen a la laringe para ser deglutidas y
llevadas nuevamente al intestino delgado donde se desarrollan y alcanzan el
estado adulto.
Las lombrices intestinales nunca se adhieren a
la pared intestinal, habitando sólo en la luz intestinal, en donde absorben los
nutrientes que el huésped ingiere.
Las hembras diariamente depositan miles de
huevecillos que pasan a las heces de donde pueden contaminar el suelo, sobre todo
si se encuentra humedo y tibio. El estadio diagnóstico de una ascariasis son
los huevos (fértiles o infértiles) o los adultos expulsados en las heces
Una vez ingeridos, los huevos infectantes
llegan al duodeno, donde son atacados por los jugos digestivos, dejando en
libertad a las larvas. Estas larvas (que poseen gran movilidad) penetran en la
mucosa duodenal, llegando a la circulación portal y dirigiéndose de allí al
hígado, donde regularmente permanecen entre 72 a 96 horas. Posteriormente
continúan su migración hacia el corazón, pasando a los pulmones a través de la
circulación pulmonar, hasta llegar a los capilares pulmonares, donde quedan
atrapadas. Allí, las larvas rompen el endotelio capilar y penetran en los
alvéolos, ascendiendo por bronquiolos y bronquios a la faringe. En ese lugar
las larvas son deglutidas, y vuelven nuevamente al duodeno, donde terminan su
proceso madurativo y se convierten en lombrices adultas.
La maduración de los parásitos se completa
diferenciándose en machos y hembras adultos de las lombrices intestinales.
Luego se produce el acoplamiento, y las hembras depositan sus huevos (en número
de 200.000 a 240.000 por día) aproximadamente 2 meses después de la ingestión
del elemento infectante. Los huevos son expulsados con la materia fecal al
medio ambiente, donde pueden sobrevivir aun en condiciones perjudiciales
(hipobiosis), favoreciendo así la perduración del parásito. Estos huevos se
desarrollan en el suelo en un plazo de 2 a 3 semanas, dadas ciertas condiciones
favorables de temperatura (22 a 33 °C), presencia de oxígeno, humedad, sombra y
suelos arcillosos. Las lombrices intestinales son resistentes a las bajas
temperaturas, desecación, ácidos fuertes y formol; en suelos sembrados
persisten entre 7 y 12 años. Con la desecación, el polvo que vuela con las
corrientes de aire los transporta y son inhalados y/o deglutidos.
Pueden vivir entre 1 y 2 años.
CONSECUENCIAS
En el caso de la presencia del parásito adulto
en la cavidad intestinal: debido a que secreta moléculas inhibidoras de la
tripsina puede producir anemia, palidez, perdida de peso,síndrome diarreico y
malestar general. El estado de desnutrición afecta especialmente a niños, lo
que retrasa su desarrollo.
Un gran número de lombrices adultas puede
producir una serie de complicaciones como peritonitis debida a la perforación
de la mucosa intestinal (pudiendo ser mortal), apendicitis causada por una
acumulación de parásitos en el apéndice, oclusión intestinal y asfixia causada
por la regurgitación y vómito de los vermes, ocluyendo la tráquea, las fosas
nasales e incluso los bronquios.4
Otras posibles complicaciones con áscaris son
las migraciones ectópicas hacia otros órganos, ya sea por las larvas o gusanos
adultos que pueden llegar a la vesícula biliar provocando dolor en el
hipocondrio, ictericia y fiebre alta. Cuando las lombrices mueren en la
vesícula pueden dar origen a cálculos biliares.
Tratamiento
- Albendazol
- Pamoato de pirantel
- Mebendazol.
- Ivermectina
- Nitazoxadina
- Tiabendazol
- Hidroxinaftoato de befenio
· OMS recomienda desparasitarse dos veces al año
Los parásitos intestinales son un grupo de
organismos que viven a expensas de los seres humanos, alojándose en su aparato
digestivo y compitiendo por el consumo de las sustancias alimenticias, lo que
puede provocar desnutrición, anemia y debilidad en general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda
desparasitar a toda la familia al menos dos veces al año, pues el polvo, jugar
con mascotas, comer en la calle y no lavarse
las manos, se puede contagiar rápidamente a los demás miembros.
En conferencia de prensa, el gerente médico de
Janssen México, Oscar Delgado, señaló
que “para solucionar un problema de salud, antes que nada se debe
informar a la sociedad sobre daños que las amibas, lombrices y otros bichos
pueden provocar”.
Entre los síntomas destacan cansancio, falta
de concentración, dolor e inflamación de estómago, diarrea, estreñimiento,
gases estomacales y dolor de cabeza.
Los parásitos intestinales pueden afectar a
todas las personas, pero los niños de dos a cinco años, en edad escolar,
adolescentes y mujeres en etapa reproductiva son los más susceptibles, “una
persona que se desparasita evita poner en riesgo su salud y la de su familia,
ya que los parásitos pueden frenar el desarrollo físico e intelectual de los
niños; y en los adultos provocan falta de concentración en sus actividades diarias
o en el trabajo, provocando bajo rendimiento laboral y cotidiano”, mencionó el
médico infectólogo Gerardo Casanova.
DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA Y PARASITOLOGIA
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