martes, 15 de noviembre de 2016

ASCARIS LUMBRICOIDES

           



Ascaris lumbricoides es un nematodo parásito del intestino delgado del hombre,1 muy frecuente en países subdesarrollados. A este gusano se le llama también lombriz intestinal por su forma alargada que lo asemeja a la lombriz de tierra.
La ascariasis constituye un problema de salud pública en situaciones con condiciones higiénicas inadecuadas del agua y alimentos. El contagio se produce por la ingestión de los huevos, que se eliminan con las heces; una vez maduran en el medio ambiente hasta formar el juvenil de tercer estadio (L3), lo que ocurre en algunas semanas, según las condiciones climatológicas. Los huevos son enormemente resistentes respecto al calor extremo y la desecación, por lo que pueden sobrevivir varios años en ambientes húmedos y templados. Posee una gran resistencia metabólica y una gran capacidad de reproducción, lo que explica la gran incidencia de casos en la que infecta al humano
·         llega a medir 25 cm aproximadamente
·          Las hembras de Ascaris miden de 25 a 35 cm son mayores que los machos
·          los machos mide solo de 15 a 30 cm.2

Síntomas generales

  • diarrea
  • mal aliento
  • círculos oscuros debajo de los ojos
  • deseo constante para el alimento
  • inquietud en la noche con malos sueños
  • anemia
  • dolores de cabeza        


Ciclo de vida



El hombre se infecta por el ascaris a través de la ingestión de sus huevecillos que se encuentran presentes en el suelo contaminado. De modo que el estadio infectante son los huevos embrionados. Los huevecillos se incuban en el intestino delgado donde emergen las larvas que penetran la pared intestinal y alcanzan la circulación sanguínea a través de la cual llegan a los pulmones. En los pulmones penetran los alvéolos de donde pasan a los bronquios y a la tráquea y salen a la laringe para ser deglutidas y llevadas nuevamente al intestino delgado donde se desarrollan y alcanzan el estado adulto.
Las lombrices intestinales nunca se adhieren a la pared intestinal, habitando sólo en la luz intestinal, en donde absorben los nutrientes que el huésped ingiere.
Las hembras diariamente depositan miles de huevecillos que pasan a las heces de donde pueden contaminar el suelo, sobre todo si se encuentra humedo y tibio. El estadio diagnóstico de una ascariasis son los huevos (fértiles o infértiles) o los adultos expulsados en las heces
Una vez ingeridos, los huevos infectantes llegan al duodeno, donde son atacados por los jugos digestivos, dejando en libertad a las larvas. Estas larvas (que poseen gran movilidad) penetran en la mucosa duodenal, llegando a la circulación portal y dirigiéndose de allí al hígado, donde regularmente permanecen entre 72 a 96 horas. Posteriormente continúan su migración hacia el corazón, pasando a los pulmones a través de la circulación pulmonar, hasta llegar a los capilares pulmonares, donde quedan atrapadas. Allí, las larvas rompen el endotelio capilar y penetran en los alvéolos, ascendiendo por bronquiolos y bronquios a la faringe. En ese lugar las larvas son deglutidas, y vuelven nuevamente al duodeno, donde terminan su proceso madurativo y se convierten en lombrices adultas.
La maduración de los parásitos se completa diferenciándose en machos y hembras adultos de las lombrices intestinales. Luego se produce el acoplamiento, y las hembras depositan sus huevos (en número de 200.000 a 240.000 por día) aproximadamente 2 meses después de la ingestión del elemento infectante. Los huevos son expulsados con la materia fecal al medio ambiente, donde pueden sobrevivir aun en condiciones perjudiciales (hipobiosis), favoreciendo así la perduración del parásito. Estos huevos se desarrollan en el suelo en un plazo de 2 a 3 semanas, dadas ciertas condiciones favorables de temperatura (22 a 33 °C), presencia de oxígeno, humedad, sombra y suelos arcillosos. Las lombrices intestinales son resistentes a las bajas temperaturas, desecación, ácidos fuertes y formol; en suelos sembrados persisten entre 7 y 12 años. Con la desecación, el polvo que vuela con las corrientes de aire los transporta y son inhalados y/o deglutidos.
Pueden vivir entre 1 y 2 años.

CONSECUENCIAS 

En el caso de la presencia del parásito adulto en la cavidad intestinal: debido a que secreta moléculas inhibidoras de la tripsina puede producir anemia, palidez, perdida de peso,síndrome diarreico y malestar general. El estado de desnutrición afecta especialmente a niños, lo que retrasa su desarrollo.
Un gran número de lombrices adultas puede producir una serie de complicaciones como peritonitis debida a la perforación de la mucosa intestinal (pudiendo ser mortal), apendicitis causada por una acumulación de parásitos en el apéndice, oclusión intestinal y asfixia causada por la regurgitación y vómito de los vermes, ocluyendo la tráquea, las fosas nasales e incluso los bronquios.4
Otras posibles complicaciones con áscaris son las migraciones ectópicas hacia otros órganos, ya sea por las larvas o gusanos adultos que pueden llegar a la vesícula biliar provocando dolor en el hipocondrio, ictericia y fiebre alta. Cuando las lombrices mueren en la vesícula pueden dar origen a cálculos biliares.

Tratamiento

  • Albendazol
  • Pamoato de pirantel 
  • Mebendazol. 
Otros medicamentos también usados para el tratamiento son: 
  • Ivermectina
  • Nitazoxadina
  • Tiabendazol 
  • Hidroxinaftoato de befenio


·         OMS recomienda desparasitarse dos veces al año

Los parásitos intestinales son un grupo de organismos que viven a expensas de los seres humanos, alojándose en su aparato digestivo y compitiendo por el consumo de las sustancias alimenticias, lo que puede provocar desnutrición, anemia y debilidad en  general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda desparasitar a toda la familia al menos dos veces al año, pues el polvo, jugar con mascotas, comer en la calle y no lavarse  las manos, se puede contagiar rápidamente a los demás miembros.
En conferencia de prensa, el gerente médico de Janssen México, Oscar Delgado, señaló   que “para solucionar un problema de salud, antes que nada se debe informar a la sociedad sobre daños que las amibas, lombrices y otros bichos pueden provocar”.
Entre los síntomas destacan cansancio, falta de concentración, dolor e inflamación de estómago, diarrea, estreñimiento, gases estomacales y dolor de cabeza.
Los parásitos intestinales pueden afectar a todas las personas, pero los niños de dos a cinco años, en edad escolar, adolescentes y mujeres en etapa reproductiva son los más susceptibles, “una persona que se desparasita evita poner en riesgo su salud y la de su familia, ya que los parásitos pueden frenar el desarrollo físico e intelectual de los niños; y en los adultos provocan falta de concentración en sus actividades diarias o en el trabajo, provocando bajo rendimiento laboral y cotidiano”, mencionó el médico infectólogo  Gerardo Casanova.





DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA Y PARASITOLOGIA

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